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martes, 23 de abril de 2019

Mecanismos de la Obesidad




La anatomía y funciones del aparato digestivo

Para poder comprender cómo ayuda la intervención quirúrgica en la pérdida de peso, es importante examinar cómo funciona nuestro aparato digestivo.

 El aparato digestivo es una línea de ensamblaje maravillosa, en donde los alimentos, los jugos digestivos y las enzimas se encuentran en el lugar y momento oportuno para que se produzca la digestión y la absorción adecuada de los nutrientes.

 El esófago es un tubo muscular largo que lleva la comida de la boca al estómago. El estómago se encuentra en la parte superior del abdomen, en la cavidad que contiene los órganos digestivos. El estómago normal puede tolerar más de 1500 ml (tres pintas) de alimentos de una sola comida. Almacena los alimentos que se tragan y los mezcla con el ácido que produce para ayudar en la digestión. Una válvula entre el esófago y el estómago se abre para permitir el paso de los alimentos y se cierra para impedir el reflujo del ácido al esófago, lo cual causa daño  y dolor.

 El estómago al igual que una mezcladora de cemento, tritura los pedazos de alimentos para reducirlos de tamaño. Luego vacía gradualmente pequeñas cantidades de alimentos semisólidos en el intestino delgado a través de otra válvula (el píloro), donde continúa la digestión y donde se absorbe la mayoría de los nutrientes. Si se altera o excluye el píloro, los alimentos concentrados, en especial los dulces, pasan al intestino delgado con demasiada rapidez y provocan malestar. Esto se conoce con el nombre de síndrome de vaciamiento gástrico rápido (dumping) y puede causar debilidad, cólicos, nausea, diarrea, sudor y desmayos.

 El intestino delgado mide alrededor de 4,5 a 6,0 metros (15 a 20 pies) de largo, lo cual permite el tiempo suficiente para que se produzca la digestión y la absorción. La primera parte del intestino delgado se conoce con el nombre de duodeno. Al entrar los alimentos en el duodeno se mezclan con la bilis que produce el hígado y con el jugo pancreático, necesarios para aumentar la digestión. Esta sección del intestino también se encarga de la absorción de gran parte del hierro y calcio del cuerpo. El último segmento del intestino delgado, llamado Íleon, desempeña también un papel muy importante en la absorción de los nutrientes y de las vitaminas solubles en grasa (A, D, E y K). Una vez que el contenido del intestino entra en el colon (intestino grueso), el exceso de fluido se absorbe y las heces se hacen más compactas.

 Otra válvula separa el intestino delgado del colon, para evitar que el contenido bacteriano del colon regrese al intestino delgado.


El propósito de la cirugía de la obesidad es cambiar el equilibrio de la energía


 El equilibrio de la energía se relaciona con la cantidad de alimento que se absorbe y con la cantidad de energía que se usa. El exceso de energía se almacena como grasa y de estas reservas se extrae la energía según se la necesite. El peso corporal representa la suma del material estructural (especialmente músculos  y huesos), agua corporal  y grasa almacenada.

 Para reducir el exceso de grasa se puede aumentar la actividad física, o reducir la ingesta de calorías a un nivel por debajo del costo de la energía de todo el trabajo realizado. La reducción de la ingesta de alimentos o de la absorción de nutrientes, y el aumento de la actividad física causará la pérdida de peso.


Mecanismos para el control de peso por medio de la cirugía


 La cirugía puede controlar la obesidad cambiando el equilibrio de la energía de dos maneras:
– 1. Disminuyendo la cantidad de alimentos que se ingieren  (restricción).
– 2. Haciendo que parte de los alimentos no se digieran y absorban por completo (malabsorción) y por lo tanto se eliminen en las heces.

 Estos procedimientos para el control de peso surgen de la observación realizada por cirujanos de operaciones irreversibles para el Cáncer y otras enfermedades en las cuales se necesita extirpar gran parte del estómago o del intestino delgado. La imposibilidad de mantener el peso después de estos procedimientos quirúrgicos llevó a pensar que ciertas modificaciones a estas intervenciones podían utilizarse para lograr la pérdida de peso en la obesidad mórbida. Hoy en día, existen diferentes técnicas quirúrgicas para el control de peso.

 Es importante entender varios de los principios básicos que se utilizan en este tipo de cirugía. En los últimos 40 años hemos aprendido que para controlar el peso con una operación que restringe la ingesta de comida, los cirujanos deben ayudar a los pacientes a comer menos.

 Esto requiere un reservorio en la parte superior del estómago, con una capacidad inicial de 15 a 30 ml (1/2 a 1 onza). EI reservorio se conecta con el resto del estómago o con el intestino delgado a través de una salida (estoma) con un diámetro aproximado al de su dedo menique. El estoma se puede reforzar con materiales quirúrgicos sintéticos para evitar que se expanda. El reservorio pequeño y la salida estrecha producen una rápida sensación de saciedad que, en los pacientes que cooperan y son cumplidores, induce una modificación del comportamiento que lleva a disminuir la ingesta de calorías y, por lo tanto a la pérdida de peso.

 Luego del período de adaptación, el paciente promedio puede comenzar pronto a comer desde una media taza hasta más de una taza de comida bien masticada sin sentir malestar. La masticación inadecuada puede causar dolor, reflujo o vómito. Los pacientes deben comer despacio, reducir el tamaño de las comidas y evitar sobrealimentarse o beber líquidos y bebidas gaseosas en exceso.

 Cuando estas pautas no se cumplen, el reservorio, la salida. o ambos se agrandan y el propósito de la cirugía se anula. Se deben evitar las comidas fuera de hora y el consumo de líquidos altos en calorías. La falta de cumplimiento de los pacientes es una de las razones más comunes de fracaso!

 Las operaciones restrictivas simples, de menor riesgo, no siempre producen la pérdida de peso que esperan los cirujanos y pacientes. Es por esto que se empezaron a utilizar las técnicas de malabsorción, algunas de las cuales incluyen el bypass de largos segmentos del intestino delgado. La desventaja es que los riesgos de las complicaciones y los efectos secundarios aumentan con el alargamiento del bypass intestinal. Junto con su cirujano, usted deberá evaluar los riesgos y beneficios que la operación que elija para el control de su exceso de peso le reportará para el resto de su vida. Recuerde que cuanto más seria sea la intervención quirúrgica para ayudarle en la pérdida de peso, más serios también serán los riesgos y efectos secundarios.

 Su cirujano le proporcionará la información sobre la operación que recomienda para usted. Pregunte. Escuche las respuestas.

 Comprenda cuáles serán los cambios que se harán al estómago e intestino y los efectos del tratamiento. Esto puede requerir varias visitas al consultorio, consultas con más de un médico y, si lo desea, escuchar las opiniones de otros pacientes operados con técnicas similares. Cuando llegue el momento de firmar el consentimiento informado autorizando la operación, podrá hacerlo sabiendo que comprende todo lo que se hará durante la cirugía, qué debe hacer para vivir bien luego de la operación y cuáles son los signos y síntomas de las complicaciones que se pueden presentar en el futuro. Ante todo recuerde que la cirugía no cura la obesidad y que sólo los pacientes bien informados y dispuestos a  amoldarse a su nueva vida hacen que estas operaciones sean un éxito.

 Son muchas las fuentes, incluso Internet, que se encuentran a disposición de los pacientes para ayudarlos a elegir una operación. En teoría el paciente es quien debería poder seleccionar por sí mismo, sin embargo esto no resulta práctico porque muchos de los pacientes no tienen ni el tempo ni la capacidad  para comprender más que las diferencias principales en caso de que necesite más información antes de tomar una decisión.

Dr. Rodolfo E. Miquilarena

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